Hace tiempo que admiro con gran asombro a una persona. Su corta (pero espero que larga en un futuro) carrera como terapeuta ocupacional la ha llevado a distintos lugares, y hoy en día nos escribe un pequeño relato sobre su actividad educativa que está tomando en Tudela del Duero (Valladolid):
Enseñando a no olvidar
¡Hola a tod@s!
Soy Terapeuta Ocupacional y trabajo en una residencia de
ancianos especializada en técnicas que combaten el Alzheimer (El mirador del Duero), una enfermedad que se apodera de banqueros,
políticos, pastores o maestros.
Muchos de mis pacientes me dicen que ojala les hubieran
enseñado de pequeños estas cosas (que dicen no saber porque desgraciadamente,
cuanto menos supieras antes mejor, ya que si te daba de menos el “amo” no
reclamabas. “ALINEACIÓN” según Marx) yo les digo que no les enseño, que solo les ayudo a recordar.
Día tras día acudo a mi trabajo con la ilusión de conseguir
sobre todo sonrisas, sabiendo que en lo más profundo de sus almas están
escondidas, como cuando éramos niños.
Mi sala de terapia o “aula” está llena de folios, lapiceros y
gomas (que son mis principales herramientas de trabajo), repletas de preguntas
de primaria cómo: escriba los nombres de
todas las comunidades autónomas que recuerdes, escriba los principales ríos de
España o cite 10 partes del cuerpo humano…Es increíble ver las letras casi
ilegibles de un labrador que solo recuerda nombres de árboles frutales o
cultivos de barbecho, o las letras minuciosas de una maestra de escuela que
llena folios con eso de “mi mamá me mima” y a su vez tararea un “cara al sol”
que a pesar de sus ideales políticos, nunca borrará de su cabeza.
No recuerdan los nombres de sus hijos o cónyuges pero
recuerdan nítidamente su infancia, y por eso compañer@s sentiros orgullosos y
afrontar vuestro futuro trabajo con diligencia y “amor”, porque aunque falten
muchos años, cuando ya solo seáis un vago recuerdo y no hayáis hecho mella en
vuestro entorno o pueblo, quedará vuestro nombre y actos en la memoria de
alguna persona con la que alguna vez compartisteis pizarra y una “mijina” de
tiza.
María Benítez Merino
Un gran saludo a todos, y muchas gracias a María Benítez por la labor que está haciendo que seguro que siempre le será agradecida.
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